Cuando en 1995, Joel Cohen y Alec Sokolow escribieron “Toy Story” no podían imaginar la repercusión del filme, que abrió una nueva era en el cine de animación. La dupla firma ahora “Inseparables”, una nueva historia protagonizada por un perro de peluche y una marioneta de Don Quijote que fue llevada al cine por los estudios nWave de Bélgica, compañía líder en Europa en este género.

La producción fue estrenada en el Festival de Annecy (el más importante del rubro a nivel mundial), y dirigida por el francés Jeremy Degruson, y se estrenará hoy en el país. Ya desde su escena inicial remite a “Toy Story”, pero prometiendo vuelo propio. Luego de participar -una vez más- de una función en un viejo teatro del Central Park de Nueva York, y sin presencia de humanos, las marionetas recobran vida.

Don sueña con tener un papel de un héroe de verdad y descubrir el mundo. Entonces, se arma de valor y se fuga. Por el camino, va a conocer a DJ Doggie Dog, un peluche de perro abandonado que sueña con convertirse en una estrella de rap. “Al principio, utiliza su imaginación para escapar de su realidad, para reinventarse. Poco a poco, también aprende a utilizarla para ayudar a los demás. Es una historia de aventuras y amistad, una oda a la imaginación que nos invita a salir de nuestra zona de confort en busca de la magia”, afirma el director.

La estética usada en el desarrollo del filme muta según la evolución de los personajes (pasa del 3D al 2D), siguiendo las fantasías y sueños entre los registros realistas y las ilusiones de ensueño, con la reinterpretación de objetos naturales y cotidianos para darles una significación diferente. Así se presenta una factura visual de alto nivel, para retratar un viaje para toda la familia.